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Gracia suficiente

SEA LA GRACIA DE DIOS SUFICIENTE

Cuando el apóstol Pablo escribe sobre sus visiones del tercer cielo, no lo hace para enorgullecerse, aunque señala que es necesario pero no es provechoso. Sin embargo lo hace para llevarnos a entender la importancia de nuestra debilidad ante Dios.

No podemos venir a Cristo si no reconocemos que somos pecadores, y por lo tanto somos seres desamparados ante Dios que requieren perdón y redención.

Pero muchos cristianos, como los corintios en tiempos de Pablo, olvidan que no solo es necesario reconocer nuestra insuficiencia para la salvación, sino también para vivir la vida cristiana.

Pablo ha señalado previamente a la iglesia de Corinto que es Dios quien nos hace ministros competentes del nuevo pacto, que nuestra capacidad viene de Dios.

Pero aun así encontramos que en nuestro interior reina una soberbia que en ocasiones se disfraza de humildad para manifestarse ante los demás; pues nos consideramos suficientes para llevar a cabo toda obra que se relacione con el evangelio. No es raro encontrar quienes están convencidos que la obra que han logrado dentro de sus iglesias se debe a su habilidad, a su conocimiento y a sus métodos; y hasta lo publican. Tan es así, que es cuestión de ir a cualquier librería cristiana para encontrar un gran número de libros que nos enseñan métodos de iglecrecimiento, métodos de evangelismo, métodos para una iglesia exitosa, para una vida cristiana exitosa, etc. Y queda la duda si tales métodos se basan en poner toda nuestra dependencia en Dios, o consideran al método la clave misma.

No es raro ver cada vez más ministerios para-eclesiásticos que sostienen tener la clave para el desarrollo y el éxito de todas las áreas de la iglesia, aunque muchos de ellos son dirigidos por individuos que ni siquiera pertenecen a una iglesia especifica.

Y es así como la iglesia se adapta a funcionar del mismo modo en que funcionaba la sociedad moderna y la actual sociedad postmoderna. El  ser humano es la clave para el correcto desarrollo de lo que sea. Incluso la moderna “guerra espiritual” depende de la capacidad humana, ya que si el cristiano ora, ayuna, reprende, expulsa, decreta, unge, etc. de manera correcta y suficiente, entonces Dios puede llevar a cabo su obra, de otra manera Dios no podrá ejecutar sus planes.

Pero Dios enseñó a Pablo que en sus debilidades (las de Pablo), su poder (el de Dios) se perfeccionaba en la persona del débil Pablo. De modo que cuando Pablo era débil, entonces era fuerte en Dios.

Esa es la muestra misma del poder de Dios que Pablo señaló a los Corintios en su carta anterior, Dios escogió lo menospreciado y lo vil del mundo y lo que no es, para avergonzar a lo sabio del mundo.

Por eso las Palabras de Dios son: "Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad." Y es ahí donde en verdad radica nuestra capacidad para ejercer nuestro ministerio en la iglesia, sea cualquiera que este sea, y también nuestra función en la sociedad, nuestro trabajo y en la vida diaria.

Esto viene a aclarar las palabras de Jesús “"Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes… porque separados de Mí nada pueden hacer.

La lectura diaria de la Palabra y la oración constante nos señalan el camino para depender de Dios.

En Cristo,
J. David Amador M.
Pastor