viernes, marzo 27, 2020

Organizando las editoriales que he escrito para los boletines, me encontré con este escrito del año 2012, que ahora comparto, teniendo en cuenta las especulaciones que se hacen referente al surgimiento del coronavirus.


Dios y la historia
Hay un tema que apasiona a muchas personas en las iglesias, tal vez por el enfoque que se le ha dado respecto al futuro de la iglesia, o tal vez sólo por ser un tema que produce curiosidad y suspicacia. Lo cierto es que muchos están convencidos de que en estos tiempos se tejen importantes acciones secretas con el fin de establecer los cimientos de un orden mundial que dará paso al gobierno del anticristo y del fin del mundo.
Y es interesante tomarse un tiempo para escuchar a los cristianos que están convencidos de esto, pues este tema lo relacionan con otros temas que despiertan gran interés, como lo es la guerra espiritual.
Esto se nutre de información de la vida diaria, un presidente que toma una decisión, un país que entra en guerra, una crisis económica, un grupo que planea construir un templo en oriente, etc. Esto de inmediato se relaciona con la idea de que el diablo y los demonios están bloqueando a la gente que obra a favor del reino de Dios.
Podemos agregar a esto el llamado “conspiracionismo” que es la corriente que explica los acontecimientos internacionales por medio de la existencia de un grupo secreto muy poderoso y generalmente malintencionado.
Ahí es cuando surgen los nombres de grupos como los masones, los illuminati, grupo Bilderberg; así como el nombre de empresas, como en su tiempo se mencionó a P&G, Coca-cola, Disney, etc. Además de una larga lista de caricaturas, artistas, etc. Aunque nada de esto pueda ser realmente probado.
Sea cierto esto o no, la verdad es que excita la curiosidad y levanta el ánimo, atrayendo a  muchos curiosos que aparentan convertirse a Cristo ante el panorama tan desolador que se muestra. Es por eso que este tema ha sido el fuerte de muchos predicadores para reunir gente y formarlos en un supuesto evangelio que les capacita para descubrir los planes secretos del anticristo.
Pero esto ha generado una gran cantidad de “cristianos” que conocen poco de la Biblia, en comparación a su conocimiento sobre los movimientos de los grupos secretos.
Ante esto, hay dos realidades que debemos tomar en cuenta:
1. El ser humano es pecador por naturaleza, tal como la Biblia lo enseña. Sus acciones siempre están dirigidas en dirección opuesta a la Palabra de Dios. Desde que Caín mató a Abel se ha manifestado el deseo del ser humano de dirigir las circunstancias mundiales a su favor. Así que no es de extrañar que existan grupos de gente con intereses en común que busquen influir en la política, la economía y en todo tipo de asuntos que les beneficien, incluida la religión. Pero esto es tan antiguo como la torre de Babel y no debe ser un asunto que se tome como una trama secreta reciente. Ordenes mundiales han venido e ido a lo largo de la historia.
2. Dios es eterno y eso implica que todo lo demás es temporal. Reinos han venido y reinos han ido, pero la voluntad de Dios permanece para siempre. El Antiguo Testamento enseña que los reinos Asirio, Babilonio y Persa fueron instrumentos de Dios para tratar a su pueblo. Nada, nunca se ha salido del control de Dios. Por mucho que haya cosas fuera de control, la Biblia nos enseña en los libros de Los reyes y de Crónicas que las victorias de todo pueblo estuvieron siempre bajo la decisión de Dios.
¿Puede entonces haber un grupo, o un espíritu de maldad que obre fuera del poder y la autoridad de Dios?
Cuando Jesús instruyó a sus discípulos sobre la tarea de hacer discípulos de todas las naciones, primeramente les aclaró que él tiene todo dominio, tanto en el cielo como en la tierra.
Es verdad que hay cristianos que, aunque declaren que Dios es todo poderoso, en su mente se ha establecido la idea de que sus planes pueden ser frustrados y que hay cosas secretas que escapan a su vista. Por eso se turban con estos temas, ya que carecen de una verdadera confianza respecto de la protección y dirección de Dios, a final de cuentas quien confiaría en un Dios que puede ser burlado.
Pero nosotros no experimentamos eso, pues reconocemos en Dios al todo poderoso, y creador de todo lo que existe, cuyos planes y deseos jamás han sido  frustrados y que tiene dominio sobre todas las cosas.
Nuevos órdenes mundiales ha habido muchos, pero nunca la historia ha estado fuera de la dirección y autoridad de Dios. Lo que hoy ocurre, ya ha ocurrido antes. Nuestra tarea no es adivinar tiempos (Hch. 1:7), sino darle a conocer a él y poner en práctica su Palabra, gozosos del cuidado que tiene de nosotros.
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Isaías 40:28 RV60
En Cristo,
J. David Amador M.
Pastor

sábado, marzo 16, 2019

AGRADECIDOS CON DIOS POR UN AÑO MÁS COMO IGLESIA

En estos días estamos cumpliendo un año más como iglesia. Confiamos en Dios que vendrán muchos más.

En este tiempo, preparando el mensaje para el Culto de Acción de Gracias por este aniversario, he estado haciendo memoria de lo que hemos vivido como iglesia. De todo el tiempo que ha transcurrido y la gran cantidad de personas que han colaborado en esta obra, de las muchas personas que han pasado por la iglesia. Es una historia rica en detalles y anécdotas.

Dios ha sido fiel, y ha cumplido en abundancia lo que al principio de esta obra puso en nuestros corazones, cuando dejamos a un grupo de personas para responder al llamado de Dios e iniciar una nueva obra: Aun no conocemos a todos los que han de formar parte de nuestra vida y muchos serán grandes compañeros y amigos. Y es verdad que Dios nos ha rodeado de un grupo amoroso de personas que ha aprendido a construir en equipo lo que hoy es la Iglesia Cristiana Evangélica Transformación de Vida.

Es cierto, la historia de esta obra inicia el 16 de Septiembre de 2001, cuando un grupo de cinco jóvenes se reunión en nuestra casa, cuando mi esposa y yo apenas estábamos considerando lo que deberíamos hacer para iniciar una obra. Pensábamos tomar un tiempo para orar, planear y buscar consejo. Pero este grupo de jóvenes llegó con mucho entusiasmo, y al siguiente domingo ya había más jóvenes y una familia que había traído invitados. Esto fue el emocionante inicio de un camino donde Dios nos ha manifestado su voluntad y nos ha dado su respaldo de manera constante.

Fue una experiencia difícil el que tres años después tuviéramos que reconsiderar el trabajo que habíamos hecho. Esto ante la partida de varias personas que se dispersaron a diferentes iglesias, instigados por varios pastores. No fue que desearan fundar una nueva iglesia porque su deseo fuera glorificar a Dios y que al menos yo como pastor fuera un estorbo para ello. El hecho de no permanecer unidos manifestó que su deseo era seguir cada uno su propio camino.

Así terminó una etapa de trabajo, con algunos incluso de por lo menos cinco años de estarlos instruyendo cada semana. Sin embargo, aunque con tristeza, pero era necesario dejarlos ir, si esa era su voluntad, pues debemos confiar en lo que Dios ha determinado para cada uno.

Nuestra bendición para cada una de esas personas, que ya no forma parte de nuestras vidas, pero esperamos que toda enseñanza y formación que les brindamos llegue a dar un buen fruto que glorifique a Dios y les edifique a ellos.

Por nuestra parte, nosotros decidimos continuar con aquellos que buscaban ser edificados en lo que como iglesia desarrollábamos, y fue así que decidimos reiniciar esta obra, aprendiendo la experiencia y hoy Dios nos permite llegar a catorce años como iglesia.

Es por este motivo que he escrito esta breve meditación, la cual confío sea de edificación y ánimo para todo aquel que busca respuesta en Cristo a lo que tiene que ver con su vida.


Una Vida, una oportunidad

Lo que Dios nos ha concedido antes de la eternidad


Empecemos hoy reflexionando sobre la vida que cada uno llevamos: Esta vida que ahora vives ¿es la vida que habías deseado desde tu infancia? ¿Estás confiado de que esta vida es la que Dios quiere para ti? ¿O solo has caminado por donde el camino te lleve, sin ninguna expectativa de lo que encontrarás al final de la senda?

Pensemos un poco más ¿Qué intención habrá tenido Dios al dejarnos aquí una vez que nos dio salvación, dejándonos en este mundo que no se conforma a su voluntad, ni le desea reconocer como soberano? ¿Por qué Dios no nos tomó cuando nacimos de nuevo al creer en Cristo, y nos llevó a la eternidad con él?

En realidad hay una gran cantidad de cristianos que piensan que la salvación es el final de todo y que no hay nada para el cristiano antes de irse a la eternidad, por eso cubren la mayor parte de sus cultos con cantos y palabras motivacionales, dejando casi excluida la exposición de la Palabra y en algunos casos definitivamente la predicación de la Biblia es una completa extraña.
Sin embargo la Biblia se encuentra llena de enseñanza respecto de cómo vivir esta vida, pero sobre todo nos deja claro el propósito que Dios ha tenido al dejarnos en el mundo una vez que hemos sido salvos.

He enseñado por mucho tiempo sobre el plan de Dios de transformarnos a la imagen de Cristo mientras estamos aquí en la tierra, pero hoy extenderé la visión sobre su propósito para esta vida. Dios nos ha dejado en esta vida también como una concesión, un tiempo para alcanzar aquello que en la eternidad solo será pasado.

Dios nos ha dado esta vida para que experimentemos lo que es tener fe, para que vivamos la vida con un corazón apacible y emocionado a la vez, emocionado por lo que hemos de producir, por lo que hemos de transformar, o por la gente a la que hemos de conocer, porque estamos confiados en él.

Y aunque por ahora no lo vemos, él nos manifiesta su cuidado y compañía de manera constante, de modo que podemos tener una comunión real con él mientras caminamos en esta tierra, pues hablamos con él al orar y él está hablando a nuestra vida cuando leemos su Palabra.

Construimos, enseñamos, plantamos y cosechamos, producimos y encontramos satisfacción en todo ello, una satisfacción completa cuando vivimos en comunión con Dios.

Conocemos personas, platicamos, comemos juntos, practicamos algún deporte, o vemos algún deporte y nos emocionamos con ello, porque Dios nos lo ha concedido, y porque es a través de todo esto que hoy hacemos, a través de nuestra vida cotidiana, que somos transformados a la imagen de Cristo.

Tal es la realidad de nuestra vida, y la razón por la que Dios nos concede tiempo aquí para seguir realizando obras que bendigan a las personas y nos edifiquen a nosotros. De este modo somos testimonio a las personas de su necesidad de salvación, y del amor y la presencia de Dios.

Sigamos avanzando en lo que Dios nos ha concedido y disfrutemos de él y de la transformación que está obrando en nuestras vidas.

En Cristo,
J. David Amador M.
Pastor

sábado, enero 19, 2019

El cumplimiento
de los tiempos

¡Ya estamos a pocos días del fin del mundo! ¡Ya pronto será el rapto! ¡Estamos en los días finales! Esa es la voz de alarma que crea preocupación en muchos, y por lo tanto son atraídos a las congregaciones con el fin de saber más sobre el tema, no porque se conviertan a Cristo y anhelen su segunda venida, sino porque sus corazones y oídos se fascinan con temas, mal llamados, “apocalípticos”. Y los predicadores lo saben y están seguros que eso les atraerá más audiencia.

Por esa razón la segunda venida de Cristo se ha enseñado con más fascinación novelesca que con evidencia bíblica. Así desde los sesentas y setentas, el tema se volvió obsesión al grado de crear el género de “thriller cristiano” con películas como “Como ladrón en la noche” y “El infierno”.

Pero es cierto que la Biblia habla sobre el fin de los tiempos, sobre los últimos días y sobre la segunda venida de Cristo. Sin embargo hay que tener claro que esto forma parte de un cuadro más amplio y que solo se comprende al considerar todo el contenido bíblico.

En 1 Corintios, el apóstol Pablo señala que lo vivido por el pueblo de Israel tras su salida de Egipto, sus tropiezos y su consecuente castigo de parte de Dios; fueron permitidos para ser ejemplo y amonestación a nosotros. Y señala la relevancia de esto al llamarnos “a quienes ha llegado el fin de los siglos”, es decir, los que vivimos los “últimos tiempos”.

De la misma manera el apóstol Juan en 1 Juan 2:18 señala que el espíritu del anticristo ya está en el mundo porque ya son “los últimos tiempos”, o “la última hora”.

El escritor de la carta a los Hebreos en Hebreos 1:2 nos dice que Dios ha hablado por medio del Hijo en estos “últimos tiempos”.

Estos pasajes tienen algo en común al tocar este tema, todos ellos se refieren a los últimos tiempos como la etapa que inicia con la ascensión de Cristo y concluye con su segunda venida. Es decir que, tanto los lectores de estas cartas en los primeros años, nosotros hoy en día, y los que vendrán después, conformamos este grupo llamado “a los que ha llegado el cumplimiento de los tiempos”.

El apóstol Pedro lo explica de esta manera:

Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a ustedes, diligentemente inquirieron y averiguaron, procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a ustedes, en estas cosas que ahora les han sido anunciadas mediante los que les predicaron el evangelio (les anunciaron las buenas nuevas) por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar. 1 Pe 1:10 -12

Así que para entender bien esta frase, debemos de pensar más en lo que Dios está haciendo hoy en día en nosotros, que en buscar claves que nos digan lo que ya sabemos que no está ahí, el día exacto en que Cristo vuelve. De este modo seremos verdadero testimonio al mundo, de la gloria de Dios.
Es así como lo señala Efesios 3:10-12:

De este modo, la infinita (multiforme) sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en El.

En Cristo,
J. David Amador M.

Pastor

viernes, abril 20, 2018


EL DESEO DE DIOS
A lo largo de la Palabra de Dios se encuentra un concepto que no cambia, ya sea antes de la Ley de Moisés, durante o después de ella.
Dios se goza en su creación. Su deleite en ello se muestra en que todo lo que había creado era “bueno en gran manera” (Gn. 1:31). Del mismo modo, antes de entrar a la tierra de Canaán, Dios llama al pueblo de Israel a que cumpla sus mandamientos a fin de que él se goce sobre ellos del mismo modo en que se gozó sobre sus padres (Dt. 30:9).
Pero el apóstol Pablo aclara que este gozo de Dios, no se trata de la mera obediencia a la ley, pues la ley era imposible de ser cumplida totalmente, por lo cual no podía dar salvación a nadie, demostrando la imposibilidad de la salvación por obras.
Por lo tanto, en Romanos 10:5-9, al citar Deuteronomio 30:11-14; nos instruye en el hecho de que la obediencia debe de tener su base en la fe. Del mismo modo el escritor de la Carta a los Hebreos, en  Hebreos 4:2, nos explica que el evangelio que creímos, también se le dio al pueblo de Israel, pero a ellos no les aprovechó en nada por no haber ido acompañado de fe en los que la oyeron.
A esta obediencia por fe se agrega un elemento más, el cual diríamos es consecuencia de la fe misma y es el amor a Dios. En el libro de Deuteronomio, Moisés enseña la ley a la nueva generación, no la que salió de Egipto, sino la que ha de entrar a Canaán. A ellos nueve veces les manda a amar a Dios con toda su alma y todo su corazón.
Lo que Dios nos enseña a través de esto, es que su deseo no es una mera obediencia que cumpla con las reglas, pero que únicamente se sujete a las formas sin transformar la vida. Lo que él desea de nosotros es que al vivir por la fe, cumplamos con su Palabra y le amemos, de este modo creceremos en él, y él se gozará en nosotros.
En Cristo,
J. David Amador.
Pastor

sábado, febrero 03, 2018

Afirmando nuestro conocimiento de Cristo
A partir de este domingo (7 de enero 2018) iniciamos el estudio de lo revelado sobre Jesús en la Carta a los Hebreos.
El propósito al llevar a cabo el estudio de este libro de la Biblia es el de formar un concepto más completo sobre la persona de Jesucristo, en cada uno.
Lo que creemos acerca de Dios, lo que creemos acerca de Jesús como Dios, Hijo de Dios y como Salvador, influirá en mucho en nuestra propia identidad como cristianos y por lo tanto en la manera en que vivimos y en cómo lo damos a conocer a las demás personas.
Esto deberá llevarnos a entender más el concepto de “ser la imagen de Cristo”, así tendremos más claro a que se refiere Dios cuando en la Biblia nos enseña que este es su propósito con nosotros, y que es lo que espera ver en nosotros.
Por lo tanto esperamos que al estudiar lo que Dios nos revela en este libro, seamos plenamente capaces de ajustar nuestra vida a lo que Jesús va significando para nosotros.

Desde el inicio del estudio de la carta a los Hebreos encontramos las características esenciales de Jesús respecto de su relación con la iglesia.
Lo que la carta nos dice es que:
- Jesús es el canal de revelación de parte de Dios para nosotros. Esto elimina la subjetiva e inestable corriente de profetas modernos que han logrado llevar de vuelta a un gran grupo de creyentes a la iglesia de la edad media. Lo que leemos es que ahora Dios ha hablado por medio del Hijo.
A los padres, en otro tiempo, les habló por medio de los profetas, pero ya no estamos en los tiempos del Antiguo Testamento, aunque algunos predicadores abusan de la predicación del Antiguo Testamento para manipular por medio de él.
Por lo tanto debemos entender el sentido lineal y progresivo de la historia bíblica, pues nosotros estamos en los postreros días, estos días finales que iniciaron con la ascensión de Cristo y no como los sensacionalistas que haciendo gala de supuestas señales, afirman que estos, los de este año, son los días finales, impresionando a muchos con su ideología.
Es así que en estas primeras líneas de la carta vemos que un correcto concepto de Jesucristo, tomado de su Palabra, derriba argumentos engañosos. Y el concepto que sigue puede de igual manera instruir a quienes se les ha enseñado que por ser “hijos del Rey, se merecen lo mejor”. Pues el Hijo, es el heredero de todo, como Juan 3:35 señala:
"El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en Su mano.
Y aunque Romanos 8:17 señala que somos herederos por ser hijos, y por lo tanto somos coherederos con Cristo, entendemos que no hay herencia sino por el mérito de Cristo, no por el nuestro, pues somos herederos debido a él, en quien nuestra vida está escondida (Col. 3:3).

Es importante colocar al Hijo en el lugar correcto, por eso la Biblia nos dice que él es el creador, y la carta señala que Dios ha creado todo por medio de él.
Él Hijo es la “Palabra” (logos), la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre y que nos ha dado una nueva vida (1 P. 1:18). Es la Palabra viva, eficaz y cortante que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, ante la cual nada está oculto (Heb. 4:13-13).
Por lo tanto es la revelación de Dios por medido de la cual él se ha dado a conocer (Jn. 1:18), esa es la razón de que la carta nos diga que Jesús, el Hijo, es el resplandor de la gloria de Dios y la expresión exacta de su naturaleza. O en las palabras que él mismo dijo “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”, pues él es la imagen del Dios invisible (2 Co. 4:4, Col. 1:15).
Y además de ser creador, también es el que sostiene todas las cosas. A esto es a lo que los judíos del tiempo intertestamentario se refirieron como “providencia”, ya que es el Hijo quien sustenta todas las cosas por la palabra de su poder.
Jesucristo, una vez que llevó a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, ahí en el lugar donde Dios después de resucitarnos con Cristo, nos sentó con él en los lugares celestiales (Ef. 2:6).
Esto habla de una obra que ha sido completada en su totalidad (Jn. 19:30), pues es importante reconocer la certeza de nuestra salvación en la obra de Jesucristo, y la totalidad de la obra, que aunque por ahora apenas estamos experimentado en nosotros, es resultado de una obra completa a la que no hay que agregarle nada más.
Por todo esto que vemos en los primeros versículos de la Carta a los Hebreos, entendemos la importancia de un correcto concepto de Jesucristo, revelado por él mismo en su Palabra.

En los años que vienen muchos se seguirán levantando engañando y siendo engañados, incluso engañarán a los escogidos.
Es sorprendente la facilidad con la que el engaño llega a dominar grandes grupos de personas, arrastrando a muchos al error “en el supuesto nombre de Jesús”. Pero todo esto no debería tomarnos por sorpresa, pues Jesús ya había hablado de ello, ya lo había advertido en su Palabra.
La ignorancia nunca ha glorificado a Dios, al contrario, ha destruido al pueblo de Dios y le ha llevado a establecer su propia justicia, como fue el caso de pueblo de Israel:
Porque yo testifico a su favor de que tienen celo de Dios, pero no conforme a un pleno conocimiento. Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.                                                                                                           Romanos 10:2 -3

Y es por eso que debemos meditar en la Palabra y conocer a Dios a través de ella. Sin embargo muchos han tratado de hacer frente al engaño, estudiando en qué consisten los falsos movimientos, a fin de altercar con sus miembros. Eso no se podría considerar malo para nada. Sin embargo la práctica ha demostrado que cuando se lleva a cabo esto, ellos mismos terminan apartándose del camino, llegando a constituirse en un movimiento errado por haber olvidado un principio muy sencillo: conocer a Jesús a través de su Palabra, y no enfocándose en el deseo de definir argumentos en contra de los que engañan.
Aunque debemos combatir ardientemente por la fe que nos ha sido entregada, es importante que tal defensa se base en un certero conocimiento de Cristo a través de su Palabra, y no solamente por tomar versículos de aquí y de allá, sino de una lectura, sería, constante y ordenada, de la Palabra de Dios.
Lo que el escritor de la carta a la Hebreos realiza, es un trabajo que tiene como finalidad guiarnos para vivir correctamente en este mundo, el mundo no cristiano. Y esto lo hace al establecer en nuestra mente y corazón un correcto concepto de Jesucristo que delimitará todas las demás cosas que vamos aprendiendo y le dará orden a las que ya conocemos.

En Cristo,
J. David Amador
Pastor

miércoles, diciembre 13, 2017

LA IMPORTANCIA DE PREPARAR MATERIALES PARA INSTRUIR EN LA PALABRA DE DIOS


Definitivamente el trabajo en misiones es muy importante, también es de mucha importancia el evangelismo local, y no pongo en duda la gran importancia  del ministerio de ayuda a los pobres, del mismo modo que todo ministerio que da a conocer a Jesucristo a los no creyentes.

Pero de la misma manera considero la importancia de la enseñanza. Pues si no hay un conocimiento certero de la Palabra de Dios ¿Qué se ha de compartir a las personas? No se puede predicar la ignorancia, aunque ese puede ser el gran mal del que padece la iglesia en nuestros tiempos, pues muchas ideas erróneas, y muchas herejías se han estado promoviendo en la iglesia debido a la falta de una correcta preparación de los que enseñan, y que deriva en creyentes sinceros, pero mal instruidos.

La realidad es que en términos generales la iglesia ha subestimado la importancia de la educación cristiana, ha menospreciado el conocer más la Palabra de Dios a detalle.

Sin embargo debemos estar conscientes de que es precisamente el conocimiento de la Palabra el que transforma nuestras vidas, de modo que seamos impulsados a hablarle a otros de Cristo, a llevar su mensaje a otros lugares del planeta y a manifestar su amor a los necesitados.

Es por ese motivo que paso tiempo elaborando y editando materiales para la enseñanza en la Iglesia, pues estoy seguro de que esta labor dará fruto en las demás áreas de la iglesia. Y reconozco que la paciencia es importante cuando se trata de ver el fruto del trabajo, pues edificar a los hermanos en el conocimiento de la Palabra es una labor de toda una vida.

No veo la enseñanza como una actividad de la iglesia, la veo como la formación de futuros ministros de la iglesia actual y de nuevas iglesias, así como la formación de una nueva generación que pensará distinto al mundo, porque desde pequeños fueron formados en la Palabra de Dios.

Es por eso que reconozco que la labor de los reformadores inició con dar a conocer el contenido de la Palabra y eso fue lo que produjo una cascada de transformación, no solo a nivel individual, sino también en la sociedad y en naciones enteras.

En Cristo,
J. David Amador M.
Pastor

martes, noviembre 07, 2017

La historia rumbo a la Reforma Protestante

LA HISTORIA RUMBO A LA REFORMA

¿POR QUÉ SURGIÓ LA REFORMA PROTESTANTE?

Cuando Jesús vino, fue para darnos a conocer a Dios.
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él Lo ha dado a conocer. Juan 1:18
Antes de ascender a los cielos, dijo a sus discípulos que fueran por todo el mundo a hacer discípulos de él, y que serían sus testigos en todo el mundo.
"Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo." Mateo 28:19-20
Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." Hechos 1:8
Los discípulos empezaron a enseñar la Palabra.
Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían. Marcos 16:20 
Pero con el tiempo algunos que no conocían a Cristo empezaron a dar falsas enseñanzas a la iglesia.
El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia. 1 Timoteo4:1-2 
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró (los rescató), trayendo sobre sí una destrucción repentina. 2 Pedro 2:1 
Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo. Judas 4
Así que muchas enseñanzas falsas empezaron a entrar a la iglesia, mezclando creencias de otras religiones y la filosofía griega, con la enseñanza bíblica.
Pero debes saber (comprender) esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad (religión), pero habiendo negado su poder. A los tales evita. 2 Timoteo 3:1-5
Los romanos mezclaron las ideas de su religión con el cristianismo y empezaron a exaltar a algunos personajes humanos llamándolos santos y a otros les dieron el grado de divinidad tal como lo hacían en la religión romana.
Roma era la ciudad más poderosa del imperio, y como ya no había persecución, el obispo de Roma se empezó a volver un personaje poderoso en lo político y dentro de la iglesia.
Se hizo llamar papá, o papa en latín, y enseñó cosas que no estaban en la Biblia, con el fin de hacerse rico.
Los demás obispos lo desconocieron como hombre de Dios, pero entonces el imperio romano se dividió en dos partes, occidental y oriental. El papa quedó con todo el poder en la parte occidental y el mundo empezó a sumirse en la oscuridad, pues ya nadie estaba enseñando la palabra de Dios. Lo que se enseñaba era principalmente lo que habían dicho los filósofos griegos en el  pasado, y muchas fabulas. Y eso no tenía nada que ver con la Palabra de Dios.
Así que para evitar que se les cuestionara, el papa y los sacerdotes prohibieron que las personas leyeran la Biblia, además de que evitaron que aprendieran a leer y escribir, pues la ignorancia de la gente les ayudaba. Empezaron a inventar mitos sobre apariciones de santos y de María, la madre de Jesús. También mezclaban la enseñanza bíblica con las costumbres y creencias de los pueblos donde se levantaban templos, como ocurrió en México. Esta mezcla de paganismo y cristianismo se llama sincretismo.
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros, y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a los mitos (a las fábulas). 2 Timoteo 4:3-4
Pero Dios no dejó que la luz se apagara, así que hubo hombres que se levantaban en contra de las falsas enseñanzas del papa y de todos los que estaban enseñando mentiras.
La Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. Juan 1:5 
Hombres como Pedro Valdo empezaron a buscar que la gente supiera lo que dice la Biblia.
Pedro Valdo fue un rico comerciante de Lyon, Francia que nació en 1140, y una vez que platicaba con un amigo, este cayó muerto de repente; esto le produjo tal terror a Pedro que fue a buscar a un sacerdote quien le repitió las palabras de Jesús sobre el joven rico. Pedro Valdo tomó esto tan al pie de la letra que dividió su fortuna en dos partes, una para los pobres y con la otra encargó a dos monjes que tradujeran el Nuevo testamento del latín al catalán, que era el idioma del pueblo en esa zona. Luego envió hombres de pueblo en pueblo que leyeran el Nuevo Testamento para la gente que no sabía leer. En 1184 él y sus seguidores fueron declarados herejes y así, los llamados “pobres de Lyon o Valdenses” siendo perseguidos se esparcieron por gran parte de Europa. Pedro Valdo se fue a vivir a la región de Bohemia donde moriría en el año 1217, después de 57 años de predicar el evangelio.
También Juan Wycliffe en Inglaterra empezó a enseñar lo que decía la Biblia y eso no le gustó a muchos porque la iglesia romana perdería mucho dinero si lo que él enseñaba lo llegaba a conocer el pueblo.
Juan Wycliffe fue llamado la “Estrella matutina de la Reforma”. Nació en Inglaterra en 1320. Estudió teología en Oxford a partir de los 15 años, llegando a ser un reconocido maestro.
Juan tendría dos momentos que hicieron cuestionar su fe. El primero fue cuando lo mandaron en una comisión para dialogar con representantes del papa para evitar que se siguieran enviando a Inglaterra tantos clérigos extranjeros; pero no se logró llegar a ningún acuerdo. Esto le llevó a escribir sobre la necesidad de una iglesia Inglesa, pero los obispos romanistas viendo en él un peligro, lo trataron de declarar hereje, juzgándole en Londres dos veces. Pero la gente del pueblo interrumpía tanto los juicios que las dos veces se suspendieron.
El segundo momento fue cuando en 1378 la iglesia romana se dividía en dos partidos, unos abogaban por Urbano VI para papa,  residiendo en Roma, y otros por Clemente VII residiendo en Avignon. Esto destruyó la fe de Wycliffe en la iglesia romana. Ese mismo año terminó una tarea que consideraba muy importante para su pueblo: traducir el Nuevo Testamento al inglés. También formó una compañía conocida como “los sacerdotes pobres” que iban de pueblo en pueblo enseñando la Biblia.
Dos años más tarde terminó la traducción del Antiguo Testamento. Y aunque todo este trabajo se hacía a mano, las copias se multiplicaron con rapidez, al igual que sus tratados atacando el romanismo. Por todo este trabajo, Wycliffe ha sido reconocido como el padre de la prosa inglesa.
Conforme Wycliffe escribía se iba ajustando más a las enseñanzas de la Biblia y se apartaba cada vez más de la doctrina romana.
Fue cuando habló en contra de la transustanciación que sus amigos de la nobleza dejaron de apoyarlo. Como resultado se le prohibió seguir enseñando en la universidad. Finalmente se le declaró hereje, y muchos de sus discípulos fueron encarcelados. Murió a finales del año 1384.
¿Y qué es la transustanciación por la que los nobles ingleses ya no apoyaron a Wycliffe?
La transustanciación es la enseñanza católica romana desde el año 1215, que dice que cuando el cura hace el conjuro en latín “este es mi cuerpo”, inmediatamente la masa de la hostia se convierte en el verdadero cuerpo de Cristo. Este fue uno de los principales engaños que los reformadores combatieron, señalando que de acuerdo a la Biblia el pan y la copa solo son símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo; pues este engaño hacía pensar a los congregantes que el cura era superior a los demás seres humanos al poder invocar la presencia del cuerpo de Cristo.
Lo que Juan Wicliff escribió llegó hasta un monje en Bohemia llamado Juan Huss.
Juan Huss fue un profesor y teólogo checo. Su vida y su muerte fueron una poderosa antorcha que alumbró en las tinieblas, y que anunció la luz más brillante que habría de manifestarse un siglo más tarde.
Nacido en la región checa de Bohemia, en 1369 en la aldea de Hussenitz de la cual tomó su nombre, por lo que fue conocido primero como Juan Hussenitz y luego como Juan Huss.
Estudio en la Universidad de Praga donde llegó a ser profesor, y a los 31 años de edad llegó a ser rector.
Por aquel tiempo llegaron a sus manos los escritos de Juan Wycliffe, y fue profundamente movido por la enseñanza de la Palabra como la enseñaba Wycliffe. Así que Juan Huss, comenzó a predicar en esa misma dirección. Inevitablemente, se ganó el odio de los religiosos, aunque el pueblo le escuchaba de buena gana.
Al igual que en Inglaterra con Wycliffe, la predicación de Huss causo mucho revuelo, y las autoridades religiosas prohibieron los libros de Wycliffe, sin embargo la Universidad de Praga se unió a Huss para seguirlos propagando.
Se le prohibió a Huss predicar, pero él siguió haciendolo, y muchos empezaban a predicar en las calles. Al negarse a ir a Roma a rendir cuentas, fue excomulgado. El rey, temeroso del clero le excomulgó y lo desterró de Praga.
Huss volvió a su pueblo natal y siguió predicando, escribiendo libros y enviando cartas a sus discípulos en Praga.
Finalmente en noviembre de 1414 fue convocado un concilio en Constanza, Alemania. Juan Huss fue llamado, y como contaba con la garantía de protección del rey y del emperador, sus amigos lo dejaron ir.
Juan se hospedó en una modesta casa mientras le llegaba el turno de comparecer. Cuando el papa llegó a la ciudad lo llamó a comparecer, y lo tomaron preso echándole en el calabozo de un convento, señalando que el salvoconducto del emperador no era mayor que la autoridad de la iglesia.
Dado que el drenaje pasaba a un lado de la celda de Juan, cayó enfermo de fiebre. De ahí escribió a un amigo suyo diciendo: “Es ahora cuando aprendo a repetir los salmos, a orar, a contemplar los sufrimientos de Cristo. En medio de las tribulaciones comprendemos mejor la Palabra de Dios”.
Los miembros del concilio buscaban retrasar la comparecencia de Juan, temerosos de que tomara la palabra. Para mayor seguridad lo trasladaron a la cárcel del castillo, donde su carácter ya había sido tratado por Dios, quien le llevó de ser exigente y rudo ante las injusticias, a una dulzura que le hizo ganar la amistad de los carceleros, quienes lo consultaban y en respuesta a sus preguntas escribió varios libros.
Finalmente Juan compareció ante el concilio, y ante el emperador. Él sostuvo que si uno de sus escritos estaba equivocado, que le corrigieran y que con gusto lo cambiaría; pero nadie le respondió. Sin embargo el 6 de julio de 1415 se le condenó a la hoguera, se le puso en la cabeza un ridículo gorro de papel con unos demonios dibujados. Entonces dijo que con gusto llevaría eso en la cabeza, pues su salvador había llevado una corona de espinas por culpa suya.
Sus libros fueron quemados frente a él y finalmente ante el verdugo dijo: Hoy quemarás un ganso, pues en checo la palabra “Huss” significa “ganso”; Pero dentro de cien años vendrá un cisne al cual no podrán quemar. Esto hizo referencia a Lutero, que fue conocido como el cisne y que casi cien años después inició el movimiento de reforma que Roma no pudo detener.
Mientras el fuego ardía, Juan Huss se puso a cantar un himno con voz tan fuerte y tan alegre, que se oía a través del crepitar de la leña y del fragor de la multitud. Era el graznido del ganso, un canto muy dulce que ha llegado hasta hoy.
También en Florencia, un hombre llamado Jerónimo Savonarola impactó a la ciudad con el conocimiento de la Palabra de Dios, mostrando que cuando se predica el verdadero evangelio de Cristo la sociedad es transformada en gran manera.
Jerónimo Savonarola nació en Ferrara, Italia en 1452. Era un monje dominico que sintió un ardiente celo por la justicia de Dios. Se sublevó contra la corrupción de los papas que hacían guerra contra los estados italianos con tal de conquistar reinos para sus hijos, además del libertinaje de la corte papal.
Predicó delante de mucha gente contra el estilo de vida pecaminoso y sobre el castigo y la regeneración que debía venir a la iglesia.
Tomó parte en la formación de la República de Florencia, estableciendo una verdadera democracia de conformidad con la enseñanza cristiana. Su programa incluía cuatro puntos:
  1.      Predicar el temor de Dios y la reforma de las costumbres.
  2.      Poner el bien público sobre cualquier interés particular.
  3.      Perdonar a todos los enemigos del gobierno anterior.
  4.       Hacer que el pueblo entero eligiera a sus magistrados y formara sus leyes.

Al ser un predicador muy elocuente, la gente siguió sus enseñanzas, lo que trajo un gran cambio en la sociedad, incluyendo que muchos dejaron los vicios y empezaron a leer la Biblia. Los banqueros y comerciantes devolvían las ganancias ilícitas, las mujeres renunciaron a su vestimenta lujosa. Incluso en el carnaval de 1497, en lugar de los excesos acostumbrados, la gente trajo a la plaza central todos sus objetos de vanidad. Allí juntaron sus disfraces, máscaras, pelucas, libros obscenos, etc. y los quemaron en una hoguera mientras cantaban himnos, dando origen al término “hoguera de las vanidades”.
Savonarola escribió libros que instruían en la salvación por fe, no por las buenas obras; y de la vida cristiana, basándola en la enseñanza de la Biblia en lugar de las tradiciones y costumbres.
Todos estos cambios no agradaron a los gobernantes de los demás estados italianos, incluyendo al papa, pues veían en estos cambios un gran peligro para su estilo de vida; por lo tanto buscaban el regreso del antiguo gobernante corrupto Piero de Medicis.
Para lograr esto, el papa amenazó a la ciudad con confiscar todas sus propiedades en Europa y firmar un edicto que arruinaría el comercio del que vivía la ciudad. Así que un grupo de personas atacó el monasterio donde vivía Savonarola, y lo metieron en la cárcel. Sin tener un juicio, fue ahorcado el 23 de mayo de 1498 con dos de sus discípulos.
A pesar de eso, sus seguidores siguieron celebrando cultos en secreto por más de doscientos años después de su martirio.
Jerónimo Savonarola es la clara muestra de que el mundo amará lo suyo aunque lo suma en el vicio y corrupción, y que despreciará el evangelio por mucho bien que este le traiga.
Por aquel tiempo, todo lo que la iglesia de Roma enseñaba acerca de Dios era que Él era severo y castigaba con crueldad. Se creía que toda enfermedad, guerra, catástrofe, malas cosechas, etc. eran castigos de Dios, principalmente por hacer pactos con el diablo o practicar brujería, por lo que mucha gente fue quemada al acusársele de brujería por cualquier motivo.
Pero Dios siguió levantando personas que dieran a conocer su palabra, y finalmente un monje alemán llamado Martín Lutero empezó a enseñar que la salvación era solamente por la fe en Cristo.
Martín Lutero nació en Eisleben, Alemania el 10 de noviembre de 1483, siendo hijo de un minero próspero.  A los 18 años entró a la Universidad de Erfurt, donde estudio letras y artes. Cuatro años más tarde empezó a estudiar Derecho.
Entonces algo cambió su vida. En julio de 1505 quedó atrapado en una tormenta y fue alcanzado por un rayo. Ante la perspectiva de la muerte, temió tener que enfrentarse a Dios sin estar preparado, por lo que invocó a santa Ana, patrona de los mineros, y decidió convertirse en monje.
Entro a un monasterio de los agustinos en Erfurt, siendo obediente a lo que se le enseñaba, y preocupado siempre por sus pecados, y antes de dos años en el monasterio se convirtió en sacerdote. Era el año 1507 y la enseñanza teológica estaba en el centro de sus estudios.
Preocupado por sus pecados buscó constante consejo en su amigo, el visitador de la orden Juan Von Staupitz, quien le motivó a leer la Biblia y le enseñó respecto de lo que ella decía sobre la salvación. Fue Staupitz quien más influiría en Lutero para los cambios que vendrían más adelante.
Gracias a la relación de Staupitz con el Principe Federico de Sajonia, Lutero fue enviado a la Universidad de Wittenberg en 1508 para enseñar en la facultad de artes.
En 1510, Lutero fue enviado a Roma en una misión de la orden de los Agustinos. Este viaje acabaría siendo fundamental en su vida. Pues la vida pecaminosa de los curas y los excesos los cardenales y el papa le harían cuestionar la obediencia de ellos a la Palabra de Dios. Además la venta de indulgencias le traería muchas preocupación sobre la salvación.
En 1512 adquirió el título de Doctor por parte de la Universidad de Wittenberg y era el predicador oficial en la capilla. En aquella época ya era muy respetado por sus colegas y superiores. A pesar de eso, se seguía preguntando qué hacer para lograr la aceptación de Dios. Ningún ritual o norma de la Iglesia fue capaz de contestar esa duda.
Pero él empezó a enseñar, y a escribir acerca de la interpretación de varios libros de la Biblia, sobre todo los salmos analizados a la luz del Nuevo Testamento, y principalmente sobre el libro de Romanos donde encontraría la respuesta a su gran preocupación, la salvación por Fe.
El pasaje que traería más impacto a la vida de Lutero, que le respondería a su gran preocupación por su pecado y el perdón a través de las buenas obras, sería:
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA. Romanos 1:17
En este pasaje el apóstol Pablo se basa en un pasaje del Antiguo Testamento:
Así es el orgulloso: En él, su alma no es recta, Mas el justo por su fe vivirá. Habacuc 2:4 
El monje por fin había encontrado la respuesta a su pregunta. La salvación se alcanza por gracia divina y solo a través de la fe.
A través de esto, Lutero  entendió gradualmente lo que acabaría siendo el núcleo de la Reforma: Dios no es sólo un juez justo, sino también un padre que ama a las personas que él mismo creó y que envió a su Hijo a vencer al pecado, que es lo que separa a los hombres de Dios.
Por aquel tiempo el papa no se conformaba con el pequeño palacio donde vivía, y quería construir uno más grande, pero aunque él era rico,  quería que fuera la gente quien lo pagara, así que ampliaría su venta de indulgencias con una gran campaña.
Por aquel tiempo, como hoy en día, la iglesia romana enseñaba que solo había dos formas de salvación, hacer buenas obras, sobre todo si estas beneficiaban a la iglesia, o por medio  de las indulgencias.
Las indulgencias era la venta de la salvación. Se le decía a la gente que si daban dinero, el papa les daría una “indulgencia” con la que se les perdonaría cualquier pecado que cometieran. Incluso se podía comprar el perdón de pecados para los familiares muertos por medio de las indulgencias, y  el dicho era: En cuanto la moneda suena en el fondo del bote, el alma sale del purgatorio.
Pero Martín Lutero siguió enseñando que la salvación era solamente por la fe en Cristo y que solo Cristo podía perdonar los pecados de la gente, por lo que ni el papa, ni nadie más lo podía hacer. Para que la gente conociera lo que la Biblia decía sobre eso, llamó a un debate en la capilla del palacio de Wittenberg en Alemania, publicando 95 puntos o tesis para la discusión.
El 31 de octubre de 1517 clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos de Wittenberg, que en aquel momento servía como una especie de valla publicitaria. Lutero planeó un debate sin la intención de ir más allá de la mera discusión. Pero como nadie participó en ello, decidió enviar sus tesis directamente al cardenal Alberto de Bandeburgo, elector y arzobispo de Maguncia. Esto desató un debate que sacudió los fundamentos de la Iglesia romana. Con la ayuda de la recién inventada imprenta, las tesis de Lutero se esparcieron por Alemania en dos semanas, llamando mucho la atención. Además sus adversarios, Juan Tetzel, encargado de la promoción de las indulgencias y Silvestre Prierias, maestro de palacio del papa; le incitaron a ir más allá al tener que presentar defensa de sus argumentos.
Al siguiente año el papa llamó a Lutero a Roma, pero temiendo por su vida, Federico, el príncipe de Sajonia, no lo dejó ir, por lo tanto el papa envió al cardenal Cayetano para que se retractara. Por supuesto Lutero no lo hizo y eso empezó a poner en duda la autoridad del papa.
Para 1519 sus escritos ya habían llegado a Francia, Inglaterra e Italia, acudiendo muchos estudiantes a Wittenberg para escuchar a Lutero, incluyendo a quien llegaría a ser su brazo derecho Felipe Melanchton.
En 1519 tuvo un debate con el teólogo romano Juan Eck, como resultado de este debate el papa excomulgo a Lutero de la iglesia romana. Pero Lutero siguió escribiendo libros, a veces por defensa y a veces por enseñar sobre los libros de la Biblia.
Dios obró en el corazón de varios príncipes alemanes que apoyaron a Lutero y para evitar un rompimiento entre los nobles y el imperio, el emperador Carlos V citó a una reunión, en abril de 1521, que sería conocida como la “Dieta de Worms”. Y aún delante del emperador Lutero se negó a retractarse de sus libros y enseñanzas.
El príncipe de Sajonia, temiendo que los papistas secuestraran a Lutero para llevarlo a Roma, lo escondió por varios años en el castillo de Watburgo, donde Lutero se dejó crecer la barba y tomó la identidad de un caballero llamado “Jorge”. En ese tiempo tradujo la Biblia al alemán.
En aquel tiempo varios nobles alemanes que respaldaban a Lutero buscaban crear una iglesia Luterana. Y como el emperador Carlos V necesitaba el apoyo de todos los nobles en la guerra contra los turcos que amenazaban con invadir Austria, permitió que los seguidores de Lutero formaran la iglesia Luterana.
Cuando el emperador rechazó a los turcos de su imperio, se retractó de su decisión de permitir iglesias en su imperio que no se ajustaran al papa. Por lo tanto firmó un edicto donde obligaba a todos a someterse nuevamente a la autoridad papal.
Entonces varios nobles alemanes escribieron la Protesta de Espira:
La Protesta de Espira es el documento que seis príncipes y catorce ciudades libres alemanas del Sacro Imperio Romano Germánico presentaron el 19 de abril de 1529 para protestar contra el edicto del Emperador Carlos V, que anulaba la tolerancia religiosa que había sido legalmente concedida a los principados alemanes.
El texto de la protesta dice:
Protestamos por medio de este manifiesto, ante Dios, nuestro único Creador, Conservador, Redentor y Salvador, y que un día será nuestro Juez, como también ante todos los hombres y todas las criaturas, y hacemos presente, que nosotros, en nuestro nombre, y por nuestro pueblo, no daremos nuestro consentimiento ni nuestra adhesión de manera alguna al propuesto decreto, en todo aquello que sea contrario a Dios, a su santa Palabra, a los derechos de nuestra conciencia, y a la salvación de nuestras almas.
A partir de ahí a los evangélicos se nos empezó a llamar “protestantes”.
Además Dios estaba obrando también en la vida de un joven francés llamado Juan Calvino.
Juan Calvino nació el 10 de Julio de 1509 en Noyon, Francia. Su padre Gerard deseaba que fuera abogado. Y para que sus tres hijos estudiaran, Gerard se aprovechó de una costumbre común. En aquellos tiempos un muchacho de cualquier edad podía inscribirse para cualquier cargo eclesiástico, cobrar el sueldo y pagar a un sacerdote anciano que hiciera el trabajo y embolsarse el resto de las ganancias. De este modo Juan recibió su primer pago a los 12 años de edad.
En 1523, con 14 años de edad, se fue a Paris donde estudió latín y filosofía. Luego su padre le hizo estudiar derecho en la Universidad de Orleans, Francia. Posteriormente estudió en la Universidad de Bourges, Francia. Ahí estudió el NT en griego, por medio de la filosofía de “ir a las fuentes”. Cada elemento de esta educación ayudó a prepararle para su futuro ministerio.
A la edad de veinte años, cuando estudiaba en Bourges, comprendiendo las supersticiones del papismo y mostrándole Dios lo endurecido que estaba en su corazón, finalmente entendió el mensaje del Evangelio y se convirtió. Allí surgió en él un deseo ferviente de crecer en el conocimiento de la Palabra de Dios.
A los 23 años, en 1531 terminó la carrera en derecho. Era asiduo lector de Martin Lutero, de Ulrico Zwinglio, quien llevó la reforma protestante a Suiza, y sobre todo de Jaques Lefevre, traductor de la Biblia al francés e iniciador de la reforma en Francia, aun antes de Lutero.
Era amigo de Nicolás Cop, rector de la Universidad de París. En 1533 Cop en su discurso anual del día de todos los santos predicó un sermón sobre la salvación por gracia y habló en contra de la persecución que había en contra de los que habían vuelto a la Biblia.
Debido a este sermón Cop tuvo que huir, el jefe de la policía irritado por esto, mandó que detuvieran a Calvino, a quien se acusaba de ser el autor del mensaje. Calvino tuvo que huir y esconderse.
En 1534, siendo aún un prófugo, Juan fue a ver al anciano Jaques Lefevre, quien le indicó que la iglesia de Roma no podría ser reformada, como él lo había intentado toda su vida. Él influyó grandemente en el ánimo de Calvino para seguir enseñando la Palabra y llevar a los franceses al conocimiento verdadero de Cristo. Tras esto Calvino fue a Noyon para renunciar a la paga que durante años le había dado la iglesia. Luego volvió a París donde se reunió en secreto con otros creyentes a estudiar la Biblia.
La mañana del18 de octubre de ese año, aparecieron por todo Paris y otras ciudades de Francia, incluso en el palacio real, una gran cantidad de carteles, que protestaban contra la misa católica. El rumor era que Guillermo Farel, el reformador de Suiza los había escrito.
Este asunto provocó una violenta reacción de parte del clero romano y se llenaron las cárceles y se quemó a mucha gente en la hoguera. Calvino huyó a Basilea Suiza. Ahí escribió e imprimió varios libros. En 1536 imprimió la primera edición de su obra más famosa “Institución de la Religión Cristiana”.
En Junio de 1536 regresó a París y pronto partió para Estrasburgo, Francia, que era refugio para los reformistas. Pero se desvió hacia Ginebra para evitar los movimientos de las tropas del rey.
Pensaba dormir una noche en la ciudad de Ginebra, que recién había logrado su libertad del yugo papal. Ahí Guillermo Farel, el apasionado Reformador pelirrojo, al oír que Calvino pretendía llevar la vida tranquila de un erudito en otro lugar, le animo a permanecer en Ginebra.
Tras una larga discusión, Calvino le dijo: “No puedo hacerlo, no es para mí. Yo soy tímido y vergonzoso. Odio el meterme en problemas. Además caigo enfermo muy a menudo. Mi lugar está en los estudios. Soy hombre de libros y escritos. ¿Cómo puedo atarme a una iglesia, si quiero servirlas a todas? No me puedes pedir esto. En el nombre del Señor, ten piedad de mí y déjame servir a Dios de otra forma.”
A esto Farel, levantando la voz le respondió:
“Te digo en nombre del Dios todopoderoso, a ti que pones tus estudios como una excusa, que si no nos ayudas a llevar a cabo la obra de Dios, él mismo te maldecirá, porque estarás buscando tu propia gloria y no la de Cristo.
Calvino más adelante, al hablar de esto diría:
Sentí como si Dios hubiera puesto su poderosa mano sobre mí para arrestarme, estaba tan lleno de terror que desistí del viaje que había comenzado. Guillermo Farel me detuvo en Ginebra.
Y así fue como Calvino permaneció en Ginebra por un tiempo, hasta que debido a una fuerte oposición en su contra, Farel y Calvino fueron expulsados de Ginebra.
Calvino se dedicó a pastorear en Estrasburgo de 1538 a 1541 hasta que nuevamente los ciudadanos de Ginebra lo convencieron de volver debido a los problemas que atravesaban. Calvino acordó estar con ellos por un periodo de seis meses, que nunca acabó. Permaneció en Ginebra hasta el día de su muerte el 27 de Mayo de 1564.
Dios siguió llamando a más hombres para que su Palabra fuera conocida en todo el mundo, así fue como nos llegó a nosotros en nuestro tiempo.
Respecto del papel de los reformadores podemos decir que:
Lo que Lutero empezó con su valor heroico, Calvino lo continuaría y completaría con su mente brillante y su pluma que jamás descansaba. Lutero había arrebatado a la iglesia protestante de las garras de Roma. Había empezado la reforma, pero Calvino la establecería y aplicaría. Pondría por escrito las grandes verdades de la reforma, y explicaría cómo la Palabra de Dios se aplica a todas las áreas de nuestra vida.
Con la Reforma Protestante el mundo salió de la oscuridad en la que estaba, se dio el desarrollo de la ciencia, de la economía, de la educación, y de la salud en el continente Europeo.
Y tras el asesinato y martirio de muchas personas que dieron su vida por Cristo,  hoy podemos reunirnos con toda libertad y predicar a otros acerca de la verdadera salvación y la verdadera vida eterna.  Por eso, hoy nos toca a nosotros hacer nuestra parte para alumbrar en medio de la oscuridad.
"Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16.

Recopilado por: J. David Amador M.
Coordinador MINTS en el Valle de Toluca
Pastor de la Iglesia Evangélica Transformación de Vida.
San Mateo Atenco, México. Octubre de 2017
Ilustración de los 500 años de la Reforma: D.G. Mario Balcázar A.

Las citas bíblicas son tomadas de la
NUEVA BIBLIA LATINOAMERICANA DE HOY
Copyright © 2005 por The Lockman Foundation
Usadas con permiso. www.NBLH.org

BIBLIOGRAFÍA:
Iglesia Evangélica Pueblo Nuevo. Martín Lutero:
http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_lutero
Iglesia Ríos de Vida. Biografías de Cristianos de la Reforma:
http://biografiascristianosprotestantes.blogspot.mx/2010/10/juan-huss.html
Deutsche Welle (DW). Martín Lutero, el monje que cambió el mundo
http://www.dw.com/es/mart%C3%ADn-lutero-el-monje-que-cambi%C3%B3-el-mundo/a-36213755
Van Halsema, Thea B.  Así fue Calvino. Libros Desafío. Grand Rapids, Michigan, EEUU. 1998.
Vila, Samuel y D. A. Santamaría. Enciclopedia ilustrada de historia de la iglesia. Editorial CLIE. Barcelona, España, 1979.